Cuatro libros que me ayudaron a aceptar mi vida no laboral de 30 años
¿Alguna vez se ha perdido en el ajetreo del lugar de trabajo y ha deseado encontrar su propio cielo? Quizás, como yo, alguna vez pensaste que los ascensos y los aumentos salariales eran objetivos de la vida. Pero hoy quiero compartir cuatro libros que cambiaron por completo mis puntos de vista sobre el trabajo y la vida, y me permitieron elegir valientemente no trabajar en la vida a la edad de 30 años.
En primer lugar, están los "juegos finitos e infinitos". Este libro me hizo darme cuenta de que lo que hemos estado jugando es en realidad un juego limitado, un juego de suma cero. En este juego, ganar y perder, las ganancias y las pérdidas siempre van de la mano. Sin embargo, la vida no debería ser sólo un juego de suma cero, debería ser un juego infinito, sin reglas específicas ni objetivos fijos, sólo experiencia y creación constantes para explorar las infinitas posibilidades de la vida.
A continuación, está la semana laboral de cuatro horas. Este libro cambió mi percepción del trabajo y del tiempo. Me hizo comprender que hacer menos trabajos sin sentido no significa pereza. La verdadera pereza es tolerar la insatisfacción con el status quo y dejar que las circunstancias u otras personas determinen nuestras vidas. Este libro me hizo darme cuenta de que deberíamos asignar "minijubilaciones" a lo largo de nuestra vida en lugar de esperar hasta la jubilación para disfrutarlas. El ahora es el futuro y debemos valorar cada momento y hacer cosas que sean realmente importantes para nosotros.
El tercer libro, "La psicología del dinero". Me hizo reexaminar la relación entre dinero y felicidad. A menudo pensamos que ir a trabajar es para ganar dinero, pero la felicidad que nos brinda el dinero es en realidad limitada. Lo que realmente determina o no nuestra felicidad es nuestro control sobre el tiempo. Cuando podemos controlar libremente nuestro tiempo y hacer lo que queremos hacer, ese tipo de libertad de tiempo es donde reside la verdadera felicidad. Este libro me hizo comprender que no debemos perseguir el dinero sin cesar, sino que debemos aprender a liberar nuestro tiempo.
Finalmente, quiero decir que estos cuatro libros no me animaron a dejar mi trabajo a ciegas. Simplemente me mostraron un mundo fuera del trabajo y me hicieron comprender lo vasta que es la vida. La edad no es un obstáculo que nos impida perseguir nuestros sueños. Cada uno tiene derecho a elegir la vida que desea. Nos esperan infinitos juegos en la naturaleza. Mientras persigamos y creemos con valentía, podremos encontrar nuestro propio pedazo de cielo.
Por lo tanto, si está cansado del ajetreo y las limitaciones del lugar de trabajo, quizás desee leer estos cuatro libros. Quizás también puedan brindarte algo de inspiración y coraje, permitiéndote dar ese paso con valentía para perseguir la vida que realmente te pertenece y no funciona.
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