Dali, mi segunda ciudad natal: experiencia de estancia de medio mes
¿Alguna vez has soñado con escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad y encontrar un refugio espiritual? Hoy quiero compartir con vosotros mi estancia en Dali, un lugar del que me hace arrepentirme de no haber llegado antes.
Hace medio mes me embarqué en un viaje a Dali con anhelo por lo desconocido. Dali, este lugar conocido como la "ciudad del romance, las flores, la nieve y la luna", me atrae por su encanto único. En el momento en que llegué a Dali, parecía haber entrado en un mundo completamente nuevo. Todo aquí me hizo sentir novedoso y emocionado.
La mañana en Dali comienza con un plato de polvo de soja fino y caliente. Este desayuno aparentemente normal contiene el amor del pueblo de Dali por la vida. Chile, aceite de pimienta, maní... estos ingredientes aparentemente simples desprenden un aroma seductor después de ser revueltos. En el mercado húmedo de Yunnan encontré muchas cosas que nunca antes había visto y cada una de ellas me sorprendió.
Nuestra pequeña casa en Dali está ubicada al pie de la montaña Cangshan, donde el ambiente es hermoso y el aire fresco. Aunque la casa no es grande, está totalmente equipada. Además, disponemos de una cocina independiente donde podremos preparar nosotros mismos diversas delicias. Aquí bebemos agua de manantial de montaña y respiramos aire fresco, como si estuviéramos integrados en la naturaleza.
El ritmo de vida en Dali es muy lento y la gente presta más atención a disfrutar la vida. Aquí puedes ver muchas actividades y comunidades interesantes, y es fácil hacer nuevos amigos. Una vez fuimos a un restaurante que se centraba en la salud sostenible. Todos los ingredientes provenían de las granjas ecológicas de los alrededores. Sabían deliciosos y dejaban a la gente con un regusto interminable.
Además de comida deliciosa y hermosos paisajes, Dali también cuenta con ricas actividades culturales. Una vez fuimos a un espectáculo de danza callejera presentado por un artista de danza que había perdido las piernas. Su actuación estuvo llena de poder y pasión, lo que me hizo sentir la tenacidad y la belleza de la vida.
Durante nuestra estancia en Dali, experimentamos diferentes estilos de vida y sentimos diferentes atmósferas culturales. La gente aquí es cálida y hospitalaria, lo que nos hace sentir como en casa. Y nuestra vida viajera se ha vuelto más colorida gracias a estos hermosos momentos.
Al recordar mi estancia de medio mes, me siento profundamente contento de haber elegido a Dali. Los hermosos paisajes, la comida y las humanidades aquí me dejaron una profunda impresión. Creo que en los próximos días seguiré grabando y compartiendo mi vida en Dali para que más personas puedan sentir el encanto de este lugar.
Por último, me gustaría decir que Dalí no es sólo una atracción turística, sino también un lugar donde se puede bautizar el alma de las personas. Si también estás ansioso por escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad y encontrar un refugio espiritual, ¡entonces también puedes venir a Dali y echar un vistazo! Creo que te enamorarás de este hermoso lugar al igual que yo.
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