¿Alguna vez has soñado con visitar París, la romántica capital de Europa? Hoy les mostraré el encanto y la singularidad de esta ciudad. Comenzando desde una casa centenaria, puedes sentir el ambiente animado en vísperas de los Juegos Olímpicos y luego explorar los asombrosos precios en Europa.
Tan pronto como entré en París, me atrajo el multiculturalismo de esta ciudad. En las calles y callejones se puede ver por todas partes personas de diferentes colores de piel e idiomas, que en conjunto contribuyen a la prosperidad y vitalidad de esta ciudad. En particular, aquí destacan las figuras de los amigos negros. Escuché que la proporción de negros en París es bastante alta, lo que me dio una comprensión más profunda de la integración cultural de esta ciudad.
A medida que se acercan los Juegos Olímpicos, las calles de París se llenan de una fuerte atmósfera olímpica. La pequeña tienda está llena de mascotas y recuerdos, lo que permite a la gente hacerse una idea del próximo evento de un vistazo. Mientras viaja por esta ciudad, los autos Beetle retro y varios edificios antiguos hacen que la gente se sienta como si hubiera viajado al siglo pasado.
Nos alojamos en una casa centenaria y cada rincón revelaba un fuerte sentido de la historia. La pequeña cocina, la sala de estar y las pinturas y decoraciones de estilo japonés me hicieron sentir el gusto único del propietario. Aquí me parece poder imaginar las escenas de la vida de la gente de hace cien años. La mezcla de historia y modernidad es embriagadora.
Sin embargo, la belleza de París tiene un precio. Un almuerzo sencillo puede costar casi 300 yuanes. Sí, los precios en Europa son realmente asombrosos. Pero aun así, la comida, el vino y el ambiente elegante siguen siendo inolvidables.
En las calles de París, se puede ver gente sentada tranquilamente disfrutando de deliciosa comida y bebiendo vino. Este estilo de vida relajado y confortable es envidiable. También tuvimos un auténtico almuerzo francés en el bistró. Aunque era caro, el ambiente único y la deliciosa comida fueron realmente inolvidables.
Además de su deliciosa comida, París tiene muchas atracciones que vale la pena visitar. La exuberante vegetación de los Jardines de Luxemburgo, la grandeza del Louvre y el romántico brillo dorado de la Torre Eiffel hacen que la gente se olvide de irse. Especialmente cuando cae la noche y la Torre Eiffel se llena de luz dorada, me parece sentir el alma y el encanto de esta ciudad.
Aunque los precios en París son altos, el encanto único y la atmósfera romántica de la ciudad siguen siendo fascinantes. Si tienes la oportunidad de venir aquí, ¡también podrías sentir la prosperidad y la belleza de esta ciudad por ti mismo!
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