El verano es una estación que la gente ama y odia. El sol, la playa, las olas o la brisa, los árboles verdes y las cigarras en las montañas son fascinantes. Sin embargo, el calor y el calor sofocante también mantienen alejada a la gente. Este verano, me embarqué en un viaje para encontrar un lugar donde escapar del calor del verano. Desde Guiyang Flower Orchard, la comunidad más grande de Asia, hasta el condado de Dushan, que tiene una deuda de 40 mil millones, traté de encontrar un lugar que pudiera refrescarse. mi alma.
Tan pronto como ingrese al huerto de flores de Guiyang, verá edificios imponentes, densamente poblados como un bosque de acero. Se dice que este es el proyecto de reconstrucción de barrios marginales más grande del país y tiene capacidad para 500.000 personas. Sin embargo, al estar bajo el "bosque" de esta ciudad, sentí una sensación de opresión sin precedentes. Hay tantos edificios altos que parecen reducir el cielo a una delgada línea. Aunque el precio de las habitaciones finamente decoradas aquí es atractivo, cuando caminé por el paso elevado y vi los edificios de gran altura densamente poblados a ambos lados, no pude evitar sentir un pánico inexplicable en mi corazón.
Al salir de Guiyang llegué al condado de Dushan, que tiene una deuda de 40 mil millones. Las carreteras de la nueva ciudad aquí son rectas y anchas, y se construyen varios edificios grandes uno tras otro. Visto desde una gran altura, el diseño de toda la nueva ciudad parece un juego de simulación de ciudad real. Sin embargo, detrás de esta prosperidad se esconde una enorme crisis de deuda. Una vez me encontré con un pueblo hermoso y ordenado en el camino, pero descubrí que muchas casas estaban vacías y desocupadas, como un pueblo fantasma. No puedo evitar pensar: ¿puede este sueño de una nueva ciudad realmente generar la vida que la gente espera?
Este verano viajé por siete provincias en busca de un lugar donde escapar del calor. Sin embargo, descubrí que tanto los pueblos de montaña de Guizhou como las ciudades antiguas de Yunnan tienen sus propios problemas. Algunos lugares tienen climas agradables pero precios de vivienda elevados; otros lugares tienen entornos hermosos pero transporte inconveniente. Empecé a reflexionar: ¿realmente necesitamos escapar de la ciudad y encontrar un supuesto lugar de veraneo? Quizás el verdadero lugar para escapar del verano no esté en el entorno externo, sino en nuestra paz y satisfacción interior.
Después de vivir estas vacaciones de verano, me di cuenta de que en lugar de buscar un lugar para escapar del calor afuera, es mejor buscar un lugar fresco adentro. Ya sea el ajetreo y el bullicio de la ciudad o la tranquilidad del campo, es sólo una parte de la vida. La clave está en cómo ajustamos nuestra mentalidad y mantenemos la paz interior y la alegría en este caluroso verano.
Finalmente quiero decir que el lugar de veraneo puede que no esté lejos, pero sí en el corazón de cada uno de nosotros. Cuando aprendemos a dejar de lado nuestras preocupaciones y abrazar la vida, podemos encontrar nuestra propia tranquilidad y comodidad.
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